domingo, 4 de mayo de 2014

Retroceder en el tiempo

¡Hemos vuelto! Tenemos muchas cosas que contar y poco tiempo para hacerlo. Hoy recordaremos nuestra visita a las Cuevas de Altamira, bueno, a la Neocueva. Fue nuestra forma de poner el broche de oro a la unidad de la Prehistoria que tanto ha gustado a Helena. Así que aprovechando que en Semana Santa estuvimos en Cantabria allí nos presentamos.


















Helena se sorprendió mucho de lo grandes que eran los bisontes, y además buscamos caballos, ciervos, vimos a unos señores prehistóricos haciendo fuego a la entrada de la cueva, aprendimos cómo pintaban y con qué... lo que no sabemos es por qué lo hacían, la guía nos contó que si solo hubiese sido para adornar, las pinturas estarían a la entrada de la cueva, y no en el fondo casi sin luz, así que es un misterio sin resolver. Igual que los bisontes, ya que no era un animal que abundase en la zona, donde casi todo eran ciervos...



Tras visitar la Neocueva... ¡¡¡una de talleres!!! Dibujar en rojo y negro, buscar con una linterna pinturas ruprestres en una minicueva, dibujar bisontes, hacer una representación de títeres... 









Y cómo no... nuestra visita a la tienda para ver qué cuentos nos comprábamos por habernos portado tan bien, así que ahora tenemos un nuevo amigo, Chucu, que viene con nosotras a todos sitios, nos acompaña al cole, a la compra, a pasear... La verdad es que es un cuento precioso escrito en verso que sin duda alguna os recomiendo...




Y para la peque de la casa... ¡Coloreamos Altamira!



¡Feliz domingo! y ¡Feliz día de la madre! En especial a la mía, que es la mejor, pero eso es otra historia que os contaré en otro momento...